Mi
capacidad o don no tiene ninguna limitación para
ayudarte a distancia. Es igual de efectivo que en persona,
independientemente del lugar donde residas.
La
tecnología actual la utilizo como el medio más
rápido y barato para las personas que necesitan mi
ayuda, siempre y cuando vivan fuera de mi ciudad. La telefonía
móvil, correo electrónico, chat y vídeo
conferencia entre ellos.