La
repentina pérdida de nuestra Candy, una mini pincher de
dos años, fue un enorme golpe para nosotros. A
los pocos días en la clínica veterinaria, nos dijeron que las escenas de dolor eran habituales y que
era imposible acostumbrarse al dolor de las personas que
perdían a sus mascotas o amigos.
Todo esto me hizo ampliar esta web para los casos puntuales
de "pérdida de mascotas" (es tuya Candy).